El yoga es una disciplina de cuerpo y mente que se ha traspasado de generación en generación, consiguiendo un auge significativo en los últimos años.
Son muchas las escuelas de yoga buscando a entusiastas de la meditación, las asanas y el ejercicio deportivo. El número de instructores de yoga se ha disparado ante la demanda de estudiantes.
Sin embargo, aunque muchas personas conocen los beneficios del yoga convencional, ese que se practica en instalaciones cerradas o al aire libre, una modalidad que está ganando popularidad poco a poco es el yoga en el agua.
El yoga en el agua llegó para revolucionar la disciplina oriental. Gracias a la introducción del agua, el número de movimientos, posturas y enfoques se multiplican.
Pero, ¿Cómo se hace el yoga en el agua? ¿Qué tan diferente es del yoga tradicional? Te lo contamos en esta publicación.
Tabla de contenidos
¿Qué es el yoga en el agua?
El yoga en el agua es la combinación de los conocimientos y la aplicación de la disciplina milenaria enfocada en el cuerpo, la mente y las emociones, y las instalaciones acuáticas. Es, básicamente, practicar yoga en una piscina, jacuzzi, estanque, océano o spa.
Se conoce, gracias a estudios e investigaciones, que el agua tiene una fuerte conexión con el corazón, el cerebro y las emociones. Es un gran instrumento de relajación. Según indican estos reportes, todo se debe a que nuestro cuerpo está conformado por 75% de agua, así que reacciona de manera positiva en un ambiente acuático.
Partiendo desde esa premisa, se cree que el yoga en el agua es dos veces más relajante y restaurativo. Hacerse uno con los cuerpos de agua permite alcanzar grados de concentración más elevados, lo que es beneficioso para nuestras intenciones de meditación, equilibro de emociones, respiración acertada y concentración de flujos de energía.
¿Cómo se hace el yoga en el agua?
Hacer yoga en el agua no tiene demasiada ciencia. Consiste en introducirse en cuerpos de agua, como piscinas, jacuzzis o mar abierto, y realizar las posturas básicas y una que otra personalizada para adaptarse a las características de un ambiente rodeado de líquidos.
Todo depende de la intensidad de la disciplina y la profundidad del agua. Algunas posturas que se realizan en una rutina de woga, como también se le conoce, incluyen: asanas, pranayama –ejercicios de respiración de yoga, muy beneficioso para el cuerpo– y meditación –que consiste en mantenerse flotando, o levantado, mientras encuentras la paz en tu interior–.
Lo que más cambia en una sesión de yoga en el agua son los accesorios. Los estudiantes y practicantes tienen que usar trajes para aislar el frío y evitar resfriados. Se recomiendan los mismos que usan los nadadores de piscinas y nadadores de aguas abiertas, el traje de propano. Aunque, también pueden usarse pantalones, ir descubierto en la parte de arriba –en el caso de los hombres– y sostenes deportivos –en el caso de las mujeres–.
En cuanto a los accesorios, muchos prefieren tener su propio equipo para flotar en el agua, dado que se preocupan por su seguridad. Aunque, no hay nada de que preocuparse. Siempre hay un socorrista vigilando las instalaciones. Si te gustaría formarte para ser un salvavidas aprovechando la popularidad de las modalidades de woga, te recomendamos apuntarte en este curso socorrista.
Beneficios del yoga en el agua
El yoga acuático va un paso más allá en términos de beneficios gracias a la introducción del agua. Las principales ventajas de hacer yoga en el agua son las siguientes:
Mayor relajación
Permanecer en el agua favorece la relajación. Los músculos se sienten menos pesados, así que es más fácil despejar la mente. También se libera la tensión en huesos y articulaciones, lo que ayuda a concentrarse más en posturas y respiraciones y menos en dolencias físicas.
Menos presión articular
El aqua yoga es perfecto para personas con problemas articulares, como osteoartritis en las caderas, las rodillas, los tobillos y la columna vertebral, debido a que se pierde la gravedad y la fuerza en las articulaciones se reduce, permitiendo realizar posturas que quizás en tierra firme sería complicado o doloroso.
Bienestar emocional
Nadar es una de las actividades más beneficiosas que existen para combatir enfermedades y afecciones emocionales. Reduce el estrés en el cuerpo. Y, si combinamos el yoga, que de por sí es bueno para el bienestar emocional, multiplicamos los efectos deseados gracias a la liberación de hormonas de la felicidad, como endorfinas, que combaten la ansiedad, el estrés y la incomodidad.